Los tiempos difíciles activan nuestra creatividad. Nadie quiere que una mala racha le hunda, y es precisamente eso, el miedo que nos genera esa situación, lo que libera nuestra imaginación para poder hacerle frente con los recursos que tenemos.
Hoy os traigo una historia peculiar. Hoy os vengo a hablar de la “Pulga Voladora”.
Nos remontamos a la 2ª Guerra Mundial, la adversidad de los terrenos de combate supone un problema. Realizar trayectos a pie por zonas hostiles retrasa los planes del ejército británico y cuanto más tiempo pasen sus soldados a la intemperie más riesgo corren sus vidas.
Es por eso que la oficina de guerra británica le propone un gran reto a Royal Enfield, debe crear una moto lo suficientemente ligera para que pudiese surcar los cielos con ayuda de un paracaídas. Fabricó una moto de 125 cc de alta resistencia y ligera, pues solo pesaba 59 kilos. Esta característica fue decisiva para poder transportada y/o lanzarla desde un avión. De esta manera y con ayuda de un paracaídas, la moto quedaba suspendida en el aire durante un corto periodo de tiempo, permitiéndoles a los soldados sortear zonas hostiles o poco accesibles y realizar trayectos de manera más rápida.
La creatividad es una de las mejores armas para combatir cualquier crisis, ¿no creen?